martes, 9 de diciembre de 2014

Bingo - For the Team.

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Semana 7
Nº 25: AU: Band.
Haru / Rin 
(Free!) 
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-Seremos cantantes famosos algún día. -dijo Rin pasando su brazo por encima de los hombros de Haru.
-¡Sí! Tendremos millones de fans y haremos muchos conciertos por día... -dijo Nagisa eufóricamente, imaginando ya como sería su vida.
-Sería divertido. -susurró Makoto mirando a Haru, quien aun no decía una palabra.
-¡Vamos Haru! seremos famosos. Los cuatro, te lo aseguro. -Rin se paró en frente de él y alzó su meñique. -No, te lo prometo.

Haru miró más allá de ese par de ojos rojos, y por más que quiso no pudo evitar que un escalofrío le recorriera la espalda. Asintió despacio y alzó su meñique para alcanzar el de Rin.

Al día siguiente Rin se subía a un avión rumbo a Australia sin despedirse de nadie.

Haru se despertó sudando, con la garganta apretada por un grito de desesperación que intentaba salir desde hace años. Intentó levantarse sin que Makoto se diera cuenta, pero este ya estaba despierto.

-¿Pesadillas? -preguntó la dulce voz desde su cama, volteándose para mirarle a través de la densa oscuridad del cuarto.

Haru negó con la cabeza, incapaz de hablar. Se puso de pie, camino lo más derecho que le permitieron sus temblorosas piernas y entró al baño. Miró su reflejo en el espejo durante unos minutos, como si no se reconociera, entonces ahogó al mellado Haru con agua fría.

Rin había enviado una nota dos días atrás pidiéndole que llevara a los miembros de su grupo para que se reunieran nuevamente. Después de años sin verse, después de haberse ido sin decir adiós, después de miles de cartas sin responder, después de años sin saber de él, tenía el descaro de "solicitar" cosas. No tenía derecho.

-No, no tiene derecho. -dijo en voz alta mirando a los ojos de su reflejo.

Se secó la cara antes de volver a la cama.

Makoto seguía despierto, no había podido dormir en toda la noche. Había visto a Haru dar vueltas y vueltas en la cama como intentando escapar de algo en sueños. En una ocasión susurró un par de cosas que no logró entender y un nombre. Makoto sabía que Haru había estado soñando con Rin, pero prefirió no preguntar nada. Haru siempre evadía las preguntas sobre Rin, sin embargo, había accedido a reunirse con él después de tanto tiempo sin siquiera pedirle una explicación. Ambos pasaron la noche en vela, sabiendo que ninguno dormía, pero sin ser capaces de decir una palabra.

En cuanto los rayos del sol comenzaron a colarse por las persianas, Nagisa fue a buscarles a la habitación. Golpeó la puerta varias veces gritando sus nombres sin importarle la hora, ni las personas en las habitaciones contiguas. Makoto se puso de pie y le abrió, entonces entró en la habitación saltando sobre las camas como si volviera a tener diez años.

-Vamos, Rin nos espera. Ha pasado tanto tiempo. Vamos. Ya vístanse. 
-¿Sabían que el hotel es de él? -agregó Rei, entrando a la habitación cautelosamente.
-Nos contó una de las mucamas, dice que todo esto pertenece a Rin. Ha de haberlo comprado con la fortuna que hizo en ese programa de canto en Australia. -continuó Nagisa eufórico.
-Es un bello hotel. -Makoto miró a Rei, sabiendo que él entendería mucho mejor que Nagisa, que no era un buen momento para estar saltando sobre las camas.
-Eh, Nagisa. Ven, vamos a adelantarnos. Haru y Makoto nos alcanzaran luego.
-Sí. Vamos, nos vemos al rato. 
-Bueno, ya estamos aquí... -Makoto se puso de pie, y se encaminó a la ducha pero a medio camino dudo. -¿Quieres ducharte primero?

Haru negó, aun sentado en la cama. Makoto entró al baño y se quitó la ropa. Estaba listo para entrar a la ducha cuando escuchó a Haru golpear la puerta desesperadamente. Se puso la toalla para cubrirse y abrió, para dar paso a un deshecho Haru.

-No sé por qué acepté venir. No quiero. No quiero verlo.

Makoto le afirmó firme entre los brazos.

-Entonces no lo hagas. No te obligues, ni siquiera entiendo por qué accediste desde el principio...
-Quería demostrarme a mi mismo que sí era capaz de verlo y no odiarle por habernos dejado.
-Deja ducharme, luego te duchas y vamos a la recepción. Nos vamos de aquí.

Haru se separó del abrazo de Makoto y asintió, se sentía indefenso y un tonto. El corazón le latía tan fuerte al pensar en volver a Rin que no podía soportarlo. Mako entró nuevamente al baño, y mientras se duchaba, Haru guardó las pocas cosas que había llevado para el viaje, entre la ropa encontró la nota que había llegado a su buzón dos días atrás. La tomó entre sus manos, con el corazón palpitando sobre la mesita de noche y releyó lo que decía con las lagrimas a punto de escapar. Sentía la furia apoderarse de él con cada palabra, aunque no sabía bien si se sentía furioso con Rin o con él mismo. Arrugó la nota y la apretó en su puño hasta que los nudillos palidecieron. Cuando sintió que el agua de la ducha dejaba de correr, intentó calmarse y dejó que  la bola de papel arrugado se  deslizara por sus dedos hasta debajo de la cama.

-Ve, toma una ducha y nos largamos de este lugar. -Le dijo Makoto en cuanto salió del baño.

Haru se levantó, incapaz de mirarle, y entró en el baño cerrando la puerta.

Mako secaba su cabello pensando en marcharse cuanto antes de aquel lugar, fue cuando vio un papel arrugado debajo de la cama. Se agachó para recogerlo y lo estiró, mientras leía pequeñas gotas de agua que caían de su pelo dejaban perfectos círculos que corrían la tinta.

"Sé que ha pasado tiempo, pero te hice una promesa una vez y quiero cumplirla. Reunámonos de nuevo, trae a los chicos ¿Recuerdas aquella canción que escribimos años atrás y que nunca terminamos? Será la canción que nos haga famosos, a los cuatro. 

Nos vemos en dos días en la dirección del sobre. Les darán las indicaciones en la recepción. No se preocupen por ningún gasto.

For the team."

Makoto volvió a arrugar el papel y se vistió sin secarse bien. Tomó sus cosas y las de Haru. Mensajeó a Rei, avisándole que se iban, y en cuanto Haru salió y se vistió, le tomó la mano para sacarlo del hotel.

Mako ayudaba al chofer del taxi a subir las maletas, cuando Rin apareció en la puerta de la recepción, casi sin aliento y con el cabello revuelto. Haru le oyó gritar su nombre antes de que el taxi partiera. Mientras se alejaban del hotel, Haru se dio cuenta de que en realidad lo que no podía soportar, era volver a ver a Rin y no poder odiarle.
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Izu: Nº 11: Crossgender
Andy: Nº 17: Kidfic

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